Cuándo yo estudiaba en el nivel medio superior, jamás pensé que llegaría a ser profesora, se me hacia un trabajo aburrido y poco interesante, aún cuando en mi familia mi abuela, mi tía y mi hermana eran o habían sido maestras.

Siempre fui una buena estudiante así que puedo decir que esta vocación se topo conmigo, pues era yo quien les explicaba a mis amigas cuando estudiábamos para algún examen, desde joven me día a entender, a veces mejor que los mismos profesores.

De manera profesional doy clases desde hace diez años y llegue ahí un poco por casualidad, yo me encontraba desempeñando labores administrativas en una oficina pero mi plaza era docente, así que cuando llego unos de los habituales cambios administrativos y de directivos quede a disposición, permitiéndoseme escoger el plantel al cual irme, yo tenía poco tiempo de haber empezado la carrera de Diseño de la Comunicación Gráfica por lo que escogí un plantel afín a mi carrera.

Así comencé a dar clases, como dice la lectura por ensayo y error buscando una identidad profesional, primero de adjunta y al próximo semestre yo sola, resolviendo problemas, aprendiendo a llenar formatos, sin guía y experimentando, un poco imitando a mis maestros favoritos, pero en mi propia versión y enseñando de la mejor manera que podía. Por mi parte lo de aparentar o ponerme el “disfraz” de maestra no me duró mucho, ya que como dice la lectura me sentía mas libre y alegre al ser como soy. Ahora cuando entro a un salón entró con seguridad y no con miedo.

Afortunadamente para mi mis dos mundos el de estudiante universitaria y el de profesora se complementaron a la perfección muchas materias en la universidad se me hicieron más sencillas debido a las investigaciones para dar clases y muchas clases se me hicieron mas amenas debido al aprendizaje de mis clases en la universidad, por un lado me enseñaban a pensar y sentir y por el otro yo enseñaba, de hecho alguna vez me toco dar la clase de desarrollo motivacional que esta totalmente relacionada con el aprender a pensar y ha sido de las materias mas divertidas e interesantes que me a tocado impartir.

A lo largo de mis años de estudiante le he tenido admiración a varios de mis profesores, pienso que sus diferentes personalidades y puntos de vista hicieron que yo formara mis propios criterios en relación a ciertos temas a veces estando de acuerdo o en total desacuerdo y hasta llegara a pensar “yo quiero ser así cuando tenga esa edad( cuando sea grande) ”, Yo no se si mis alumnos me admiran o si comparten mis puntos de vista, pero me queda claro que de alguna u otra manera aunque sea por un breve tiempo formo parte de sus vidas como ellos de la mía.

Para mi ser profesora ha sido la oportunidad de conocer muchos tipos de personas, de poner en perspectiva mi propia historia de vida, de compartir conocimientos y experiencias, y serlo de alumnos de nivel medio superior , me ha permitido, identificarme, aconsejar, y hasta divertirme con algunos de ellos, además me permite a diario estar en contacto con las tendencias, modas y formas nuevas de hablar, colores, nuevas maneras de ver la vida y las nuevas problemáticas, lo que para mi es importante para seguir aprendiendo y como parte de las materias de diseño ya que esto me hace comprender su mundo para poderles explicar “el mío” que comprendan apliquen conocimiento en el la realidad.

Con esto quiero pensar entonces que mis aptitudes docentes son buenas, ya que en el ejercicio de pensar ¿Cuál es la pregunta original? (cuando se hizo el programa de estudio, el temario etc.) siempre aterrizo los trabajos en un ejemplo cotidiano para el aprendizaje significativo. Claro que me encantaría despertar todavía mas la curiosidad y la inquietud de mis alumnos, por eso estoy en esta especialidad para aprender ¿no?

Quizás por ser docente no he trabajado desarrollando mi carrera de Diseño tanto como yo creía que lo haría cuando era estudiante, pero de alguna u otra manea aplico mis conocimientos a la hora de hacer manuales o materiales didácticos, a la hora de dejar tareas, o hasta para hacer un examen, claro que a veces hago trabajos de diseño por mi cuenta y también me gusta, y me da satisfacción lo hago cuando puedo o cuando quiero y eso me agrada.

Ser docente me satisface de diversas maneras, me gusta pensar aunque suene pretencioso, que formamos parte del desarrollo del país, que puedo ser parte del proceso de aprendizaje de personas que siguen con sus proyectos, me satisface que un alumno tiene un buen trabajo y que le esta yendo bien, me satisface cuando regresan de visita y me piden asesoría para ciertas cosas y cuando me doy cuenta que los trabajos que les deje de tarea les servirán para conseguir trabajo.

Me da satisfacción seguir investigando, y aprendiendo, tomar cursos, hacer manuales, reflexionar sobre mi vida es decir, crecer como persona día con día, sentirse útil en la enseñanza, tener una retroalimentación, pensar en como mejorar tal o cual clase para la próxima vez.

Claro que no todo es miel sobre hojuelas, la docencia tiene sus problemáticas; más allá de los sueldos y prestaciones, de las horas frente a grupo y de los tiempos para desarrollar un programa. Para mi una problemática muy grande es que muchas veces nos achacan la educación integral del alumno, muchos padres se desentienden de sus hijos al son de que ya están “grandes” y esto es complicado, otra problemática es que sigue habiendo mucha deserción por problemas familiares o falta de recursos, que cada vez hay menos compromiso de parte de los alumnos, debido a que desde su punto de vista estudiar ya no es garantía de una vida mejor.

En cuanto a los problemas de comunicación y disciplina creo que van de la mano con el desarrollo de la identidad profesional, la personalidad del maestro, la edad de él y los alumnos y sus características especificas como por ejemplo si son de un barrio conflictivo, etc., ha que buscar el punto medio entre ser agresivo y estar indefenso, como maestro nos ganamos el respeto con base en el conocimiento, el respeto, la justicia, y el trato mismo, no con base en el miedo, o la mediocridad, es importante saber escuchar yo prefiero un grupo que pregunte a que este apático, y hay que tenerla suficiente madurez y humildad para reconocer cuando no sabemos algo, el mundo no se acaba, siempre podemos investigar y aprender algo nuevo y si es con los alumnos disfrutar de la experiencia.

Como docente siento que hay una falta de apoyo generalizado, a veces hasta en los casos más elementales de organización, comunicación e información, al parecer nadie mueve un dedo a menos que sea estrictamente indispensable, actualmente hay varios cambios y todo cambio requiere un periodo de ajuste, la reticencia al cambio, la apatía, la falta de interés y incapacidad de ciertos elementos me causa insatisfacción y frustración.

Através de los años me di cuenta que todo son variables, los directores, los jefes de departamento, los alumnos, las materias, la única constante en mi vida soy yo, es mas fácil cambiar yo, a esperar a que cambien todos, como dice la lectura “tienes los alumnos que tienes” (y los directivos que tienes, y las materias que te tocaron etc.) hay cosas que no podemos cambiar por que no dependen de uno pero hay otras que si se pueden cambiar en beneficio propio, de nuestro trabajo y por consiguiente en beneficio de los alumnos

A pesar de todo esto me gusta la docencia, se que no me voy a hacer rica con esto, pero se que estoy en un trabajo que me gusta, que no me aburro (como yo creía hace mucho) donde yo regalo mi conocimiento y parte de mi tiempo extra, pero donde no me explotan, un trabajo que me permite seguir creciendo en mi tiempo libre, y conocer lugares en mis vacaciones (que son bastantes) que me permite estar con mi familia y disfrutarlos, un trabajo en el cual puedo desarrollar la paciencia, la tolerancia y la creatividad.